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martes, 1 de diciembre de 2015


Anna Pávlovna 

  Fue una famosa bailarina de ballet rusa de inicios del siglo XX.

Nació en San Petersburgo en el seno de una familia campesina de bajos recursos. Ella declaró que su padre murió cuando ella tenía dos años de edad. Es posible que fuese hija ilegítima, y los biógrafos especulan que su padre pudo ser el banquero Lázar Polyakov, lo que explicaría su deseo de no hablar mucho de su herencia paterna. Cuando tenía ocho años fue rechazada de la Escuela del Ballet Imperial por no tener suficiente edad. Pero dos años más tarde fue admitida y estuvo allí hasta los dieciséis. Pável Gerdt, Christian Johansson y Eugenia Sokolova fueron quienes la formaron en el ballet clásico. Luego bailó en el Teatro Mariinski. En los primeros años de los Ballets Rusos trabajó brevemente con Serguéi Diáguilev antes de fundar su propia compañía y presentarse por todo el mundo.

Su número más famoso fue La muerte del cisne, coreografiado para ella por Michel Fokine, y música de «Le Cygne» del Carnaval de los animales (1887) del compositor francés, Camille Saint-Saëns. Otras interpretaciones en las que destacó fueron El lago de los cisnes, Giselle, Las Sílfides y Coppélia.

Anna Pávlova falleció de pleuresía en La Haya, Países Bajos, pocos días antes de cumplir 50 años, mientras estaba de gira. Su último deseo fue que le pusiesen su traje para La muerte del cisne, y sus últimas palabras fueron: "Tocad aquel último compás muy suavemente". De acuerdo con la tradición del ballet, en el día que ella tenía que actuar después, el espectáculo fue programado, con un solo proyector que iluminaba el escenario vacío donde debería estar la bailarina.



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